Arquitectos: TFP Farrells Ubicación: Guangzhou, China Año Proyecto: 2010 Área Proyecto: m2 Fotografías: Cortesía de TFP Farrells, Nick Hufton
Ubicado en el corazón del río Perla, la Estación de Trenes Guangzhou se sitúa entre las ciudades de Guangzhou y Foshan. La estación es una infraestructura comprensiva y multi modal que servirá para 300 millones de personas. Parte de la red China de alta velocidad incorpora nuevos núcleos de transporte incluyendo esta nueva estación.
La primera fase de esta estación se abrió en enero del año 2010, convirtiéndose en un núcleo de transporte de primer nivel, conectando ciudades como Beijing, Wuhan, Shangai, Giangzhou y Hong Kong.
Esta estación se encuentra en una de las más grandes del mundo, su superficie es equivalente a casi tres veces la estación de Londres King Cross. Aparte del servicio de trenes, es una estación intermodal de distintos tipos de transporte, incluyendo taxis, autos, metro y bus. Para el año 2030 el flujo de pasajeros llegará a ser de 300,000 diarios.
Para acomodar esta cantidad de flujos, se adopto una organización estratégica en vertical. Las líneas de metro ocupan dos niveles subterráneos, las llegadas de trenes se hacen en el nivel de la calle y las salidas se hacen en plataformas elevadas con salas de espera. Entre el nivel del sector de llegadas y salidas se ubican las plataformas para los trenes de alta velocidad.
Los espacios de atrio se ubican en las entradas en ambos lados de la estación. Estos atrios unificaban las plataformas elevadas con los halls de espera y los distintos niveles. El hall de salidas tiene varias tiendas y puestos de comida para entregar confort al pasajero.
Al centro del techo central se ubica una gran claraboya de 348 metros de largo entregando un orden a la estación en cuanto a programas y circulación. Esta se construye de una grilla diagonal de acero estructural y una bóveda de barril revestida en cojines ETFE que permiten una máxima exposición de luz natural al interior de la estación sin tener una ganancia en temperatura. Estas bóvedas de barril son inspiradas en las estaciones tradicionales victorianas.
Las claraboyas se ubican entre los rieles a modo de que la luz natural se filtre al suelo y al nivel de llegadas. Curvo en sus extremos, el techo protege a los pasajeros en las plataformas.
